8/10/07

Viernes por la madrugada...


Llovió muchísimo en Buenos Aires. Nadie estaba exento en quedar bajo las aguas. Increíblemente, esto sucedió en nuestro depósito. El agua ingresó por la parte inferior, aunque la lógica indique que llueve de arriba hacia abajo...
Catorce personas dejaron todo de sí durante cuatro horas con ayuda de bombas, secadores y otros elementos. Todo para poder volver a dejar el depósito en condiciones para operar con normalidad.
A las 10:30 del viernes ya estuvimos en carrera nuevamente, intentando recuperar el tiempo perdido.

1 comentario:

Leo Piccioli dijo...

Mis felicitaciones a vos y a todo el equipo por el esfuerzo para poder mantener el nivel de servicio.
Estoy seguro de que no eras el único al que le salieron ampollas en las manos, y, más allá de que es algo que no deseo, me pone orgulloso tanta pasión.